Nunca escucharon hablar de la frase nunca nos damos cuenta de lo que tenemos, hasta que lo perdemos?...Ayer, 30 de marzo falleció mi perra. Un par de meses atrás abortó, naturalmente, a sus cachorros. Después de eso la tuvieron que operar para que no sufriera ningún riesgo ella. Se debilitó. Estaba siempre acostada y comía menos. Estuvo así por 3 meses. Hasta que el 26, empezó con vómitos, no tomaba agua ni comía porque eso la hacía vomitar más, y ya era sangre. La llevaron al veterinario, el cuál dijo que Duna tenía una enfermedad en el páncreas, que tenía que ser operada y muy bien cuidada. Y que quizás, era grave. La terminaron operando, y pasó dos días en casa. Seguía igua. La internaron y estuvo con suero por muchas horas.
Mi papá se estaba por ir al veterinario a verla cuando me preguntó si quería ir con él. Pregunta la cual no contsté, me paré y me fuí a mi cuarto. ¿Por qué no contesté? Estaba totalmente convencido de que Duna iba a estar bien, porque sabía que era fuerte, iba a salir de esto. Entonces decidí no ir, quedarme en casa esperándola.
Pasó una hora y no llegaban. Y yo acá convencidísimo, tratando de ser fuerte.
¿Qué decirle, no? A una nena de 3 años, sabiendo que yo lo tomé tan mal.
Ahora la extraño muchísimo, pensé en todo lo que no hice por ella, no estuve, no la cuidé lo necesario, no la valoré lo que debería. Los perros son lo mejor que hay, siempre te hacen compañía.
Lo peor de todo es que no estuve los últimos momentos de su vida. Podría haberla visto. No importa qué tan mal haya estado, pero verla, por última vez. Pero no, no lo hice. Me sentí tan vacío...
